Establecer reglas para el tiempo de pantalla nunca es fácil. Muchos niños están acostumbrados a un tiempo extra de pantalla en este momento, ¿es el momento de reducirlo de nuevo? ¿Cómo se sabe cuánto es demasiado? ¿Y hay alguna manera de conseguir que los niños se unan a la causa si realmente hay que cambiar las reglas?
Instala una aplicación de control parental. En estos resúmenes hemos indicado cómo trabajar con aplicaciones populares de control parental: mSpy y uMobix.
Cuando se trata de gestionar el tiempo frente a la pantalla durante esta crisis en curso, no hay una única respuesta correcta. Pero nuestros expertos tienen algunos consejos para ayudarle a establecer expectativas razonables, apoyar a su hijo y, lo más importante, relajarse un poco…
Empieza por sentirte bien contigo mismo
Cuando piensas en el papel que juega el tiempo de pantalla en la vida de tu hijo, puede que te sientas tentado de empezar a contar las horas que ves la televisión o TikTok. Le recomendamos que piense en la salud general de su hijo y en cómo pasa su tiempo en general.
Recomendamos a los padres que utilicen la idea de una «lista de control del desarrollo» para determinar si su hijo realiza actividades importantes para un desarrollo saludable. Los elementos exactos de esta lista de comprobación variarán en función de las circunstancias de tu familia, pero la idea es hacer una lista de las actividades que tu hijo necesita realizar para mantenerse feliz y sano. Intenta preguntarte a ti mismo:
- ¿Mi hijo duerme lo suficiente y sigue una dieta equilibrada?
- ¿Hacen algo de ejercicio todos los días?
- ¿Pasan tiempo con su familia?
- ¿Se mantienen en contacto con los amigos?
- ¿Invierten en la escuela y gestionan sus tareas?
- ¿Dedican tiempo a las aficiones y actividades extraescolares que son importantes para ellos?
Si puede responder afirmativamente a la mayoría de estas preguntas, probablemente no importe mucho que su hijo vea un episodio más (o tres o cinco) de su programa favorito.
Lo contrario también es cierto. Si tu hijo adolescente se pasa todo el tiempo solo en su habitación, navegando por las redes sociales, «podría ser un signo de depresión». O, si tu hijo pasa tanto tiempo jugando que no consigues que haga ejercicio o coma bien, es una señal de que debes intervenir. Si te preocupa que tu hijo pase demasiado tiempo frente a la pantalla, no se trata de cuánto tiempo es en realidad.
Establecer límites razonables
Después de trabajar con una lista de control del desarrollo, es posible que decidas que sí necesitas establecer algunos límites nuevos en el tiempo que tus hijos pasan frente a la pantalla, o tomar en serio los límites que se han quedado en el camino. Pero las reglas no tienen que ser rígidas o extremas para ser útiles. Prueba estos métodos para establecer límites saludables y mantener el conflicto al mínimo:
Empieza por la compasión
El tiempo de pantalla no estructurado es una importante fuente de comodidad y entretenimiento para muchos niños. Hacer saber a los niños que entiendes sus necesidades es una forma fácil de reducir los niveles de estrés para todos. «Puedes decirle a tus hijos: ‘Mira, sé que necesitas un descanso. Sé que necesitas relajarte». Hazles saber que una cierta cantidad de su tiempo de pantalla les pertenece para hacer lo que les gusta.
Ofrezca un tiempo extra de pantalla como bonificación
Intenta utilizar el tiempo extra de pantalla como un incentivo para portarse bien. Si optas por esta vía, asegúrate de que tu hijo sepa qué tiene que hacer para ganar el tiempo extra. Por ejemplo, preparar la hora de acostarse sin quejarse puede hacerles ganar diez minutos más al día siguiente. Usted y su hijo pueden incluso escribir el objetivo juntos y colocarlo en un lugar destacado como recordatorio.
Discutir las alternativas
Cuando decimos a los niños que no hagan algo, casi siempre tenemos que decirles lo que deben hacer en su lugar. Le recomendamos que elabore con su hijo un «menú de actividades» en el que figuren sus actividades preferidas sin pantalla (como las manualidades, la lectura o el juego con su mascota). Así, cuando se aburran o se sientan abrumados, tendrán una opción fácil a mano.
Mantenga un horario
También puede ser útil establecer ciertos momentos del día o de la semana en los que tus hijos sepan que podrán usar sus pantallas. Por ejemplo, 30 minutos antes de la cena es siempre un buen momento para tener tiempo de pantalla. Esta estructura ayuda a los niños a saber qué esperar y reduce las peticiones de pantallas en otros momentos. También te da la oportunidad de planificar tus propias tareas en un momento en el que sabes que tus hijos estarán ocupados.
Modela el uso correcto de la pantalla
Si te propones apagar tus propias pantallas a una hora determinada, es más probable que tus hijos hagan lo mismo sin resistirse. Además, las pausas tecnológicas tienen la ventaja añadida de que te ayudan a limitar tu propio consumo de medios y te proporcionan momentos de atención para tus hijos.
Destaca la conexión
La Academia de Pediatría recomienda que los niños menores de dos años no pasen tiempo frente a una pantalla. Si preparas a tus hijos para que se relacionen con sus familiares, también te dará la oportunidad de relajarte o hacer otras cosas, lo que beneficiará a toda la familia.
Mantener el rumbo
Una vez que haya establecido el sistema, es posible que sus hijos se resistan a él. Puede que los primeros días estén de mal humor, pregunten mil veces, se enfaden. Esto es lo que se llama un brote de extinción. Es natural que los niños pongan a prueba los nuevos límites para ver si son estables, pero si puedes ceñirte a tu plan y tolerar su irritación durante unos días, es probable que la resistencia desaparezca a medida que los niños se acostumbren a sus nuevas rutinas. En la medida de lo posible, evita las excepciones durante la primera o segunda semana después de haberlas establecido.
He aquí algunos consejos más para arreglar las nuevas normas:
No discutas
Cuando se trata de tiempo de pantalla, es poco probable que los argumentos razonados y razonables cambien mucho las cosas para los niños. «La realidad es que los padres quieren poner límites y los niños no ven ninguna razón para que esos límites existan», dice el Dr. Anderson. Así que no te enfrasques en discutir con los niños sobre cuál debe ser la norma. Una vez establecido, no es negociable.
Evita el sentimiento de culpa
Los niños suelen recurrir a argumentos de probada eficacia que te hieren en lo más profundo: «¡Todos mis amigos pueden jugar a este juego todo el tiempo que quieran! ¿Quieres que me quede fuera? Sepa que sus reglas no les perjudican y que dejarán de lado esas discusiones en cuanto vean que no se mueve.
Elige el momento adecuado
Si cambias las normas en un momento en el que cambian otras cosas, será más fácil que los niños las acepten. Por ejemplo, intente empezar de cero la primera semana después de las vacaciones escolares, en lugar de un miércoles ajetreado.
Recoger datos y volver a evaluar
Para animar a los niños mayores y a los adolescentes a aceptar la nueva norma sobre el tiempo frente a la pantalla, puede ser útil llegar a un compromiso basado en sus deseos, entendiendo que se empezará con una prueba. Por ejemplo, tu hijo adolescente puede jurar que usar las pantallas después de cierto tiempo no afecta a su sueño, o que los deberes son más fáciles de hacer con un amigo por FaceTime. En casos como éste, podrías probar su versión y ver cómo va durante un par de semanas. ¿Se levantan a tiempo por la mañana? ¿Han hecho todos los deberes? Observa lo que estás estudiando y luego haz cambios si es necesario.
Tenga cuidado con usted y con sus hijos
Como en muchos otros aspectos de la vida durante la pandemia, nadie puede ser un padre perfecto en este momento. Si unas reglas más suaves para las pantallas te dan tiempo para trabajar, practicar o simplemente tomarte un tiempo para ti, reconoce que ésta puede ser la mejor solución en este momento.