Utilizar el tiempo de pantalla de forma inteligente
¿Cuánto tiempo de pantalla es saludable y aceptable para los niños y jóvenes? ¿Cuándo es demasiado? Estas preguntas ocupan a muchos padres. Pero no hay una solución global en minutos. Información sobre el tiempo de pantalla y otros criterios importantes para un uso equilibrado de los medios digitales.
Muchos padres se preguntan cuánto tiempo de pantalla es saludable y aceptable.
Dado que no todos los niños reaccionan de la misma manera a los medios de comunicación, no existe un remedio patentado. No basta con especificar el número de minutos que un niño puede utilizar los medios de pantalla a una edad determinada.
Sin embargo, tiene sentido poner guardias y limitar el llamado tiempo de pantalla a cualquier edad de los niños y adolescentes. Los niños aún no son capaces de regular su comportamiento por sí mismos y necesitan que los adultos les apoyen y actúen como modelos.
Directrices y recomendaciones
Se pueden encontrar diversas recomendaciones sobre el tiempo de pantalla para niños y jóvenes en guías y plataformas en línea. Por ejemplo, una regla generalizada es: para los niños menores de tres años, ningún o pocos minutos de tiempo de pantalla al día. Los niños de tres a cinco años no deben pasar más de media hora al día con los medios de comunicación de pantalla y los de seis a nueve años no más de una hora al día. A partir de los diez años, se calcula una hora semanal por cada año de vida. Estos horarios son orientativos y sirven de guía. Sin embargo, como los niños son muy diferentes, no van lo suficientemente lejos. Lo que está bien para algunos puede ser demasiado para otros. Un límite de tiempo puro no siempre es útil por otra razón. Si el niño tiene que parar en medio de un vídeo o un juego, esto desencadena la frustración y puede provocar reacciones violentas. Una posibilidad sería orientarse a episodios de series o rondas de juegos.
También es importante aguantar el aburrimiento y no cubrir este vacío con pantallas.
Contenido y madurez
Para un uso equilibrado de los medios digitales, no solo son decisivos la duración del uso y la edad del niño. Sobre todo, el contenido que ve el niño y su madurez son fundamentales. Es evidente que el contenido de los medios digitales influye en el bienestar o el desarrollo del niño. Los vídeos con violencia o contenido pornográfico no son adecuados para los niños, ni siquiera las secuencias cortas.
En cambio, los cuentos o documentales fáciles de entender y adecuados para los niños, aunque sean más largos, pueden ser bien tolerados en determinadas circunstancias.
Y a veces, incluso las ofertas de medios aparentemente apropiados para la edad provocan fuertes reacciones negativas. Para evaluar qué contenidos son adecuados, es importante acompañar al niño durante el consumo de los medios. Que algo se entienda, abrume o incluso provoque miedo no solo depende de la edad y la etapa de desarrollo, sino también de la personalidad del niño. Tampoco todos los adultos pueden soportar las películas de terror.
Utilizar los medios de comunicación de forma creativa o consumirlos de forma pasiva
Es útil distinguir entre el uso creativo y el consumo de medios más pasivo. ¿Necesita el niño los medios digitales como herramienta de trabajo, por ejemplo para los deberes, o más bien como entretenimiento, para jugar, ver películas en la televisión o en YouTube? Si el niño crea una presentación para una conferencia en el ordenador, no es lo mismo que ver otro episodio de la serie favorita. Pero las líneas divisorias entre lo activo, lo creativo y lo pasivo no siempre están claras. Incluso el «consumo» de vídeos creativos, como los tutoriales, puede estimular la propia creatividad o un proceso de aprendizaje. Y a veces una película divertida te anima cuando estás triste.
Planificar un tiempo de ocio variado
Aunque los medios digitales ofrecen muchas oportunidades, esto no es motivo para descuidar los encuentros cara a cara, las actividades analógicas o el ejercicio. A cualquier edad, los niños necesitan variedad. Es importante ser capaz de soportar el aburrimiento y no llenar este vacío con pantallas. El tiempo de pantalla y las actividades de ocio sin pantallas deben estar en equilibrio entre sí.
Dormir lo suficiente
Cuando los niños y los jóvenes utilizan los medios digitales de forma intensiva por la noche, esto afecta a la calidad de su sueño y, por tanto, a su salud. La luz azul de la pantalla activa el cerebro y puede dificultar el sueño. En determinadas circunstancias, este retraso del sueño perjudica la capacidad de concentración en las clases, lo que afecta al rendimiento escolar. Por esta razón, los niños no deben utilizar los medios digitales antes de dormir.
Establezca y respete el tiempo de pantalla
Es aconsejable establecer normas y acuerdos sobre el tiempo de pantalla junto con el niño. Esto incluye la cuestión de cuándo y en qué días de la semana los medios de comunicación son ideales. ¿Es lo mismo durante la semana que durante el fin de semana? ¿Hay excepciones para los días festivos? Al llegar a acuerdos, asegúrate siempre de que el tiempo de pantalla es completo.
- Es decir: televisión, juegos, smartphone e internet.
Por qué la luz azul puede ser mala para ti
Las pantallas LED de los ordenadores y dispositivos digitales portátiles emiten un amplio espectro de luz visible. La mayoría de estos rayos de luz son inofensivos, pero una parte de la luz emitida por estas pantallas es una luz visible de energía relativamente alta llamada «luz azul».
La luz azul tiene longitudes de onda más cortas y mayor energía que otros rayos de luz visibles. Y las investigaciones de laboratorio sugieren que ciertas bandas de luz azul pueden ser perjudiciales para la retina del ojo, sensible a la luz, con el paso del tiempo.
La luz azul también desempeña un papel importante en la regulación del ritmo circadiano de nuestro cuerpo. Esto es, básicamente, un reloj interno que funciona en nuestro cerebro y que alterna entre el estado de alerta y la somnolencia a intervalos regulares durante un período de 24 horas. También se denomina ciclo de sueño/vigilia.
Una exposición excesiva a la luz azul en el momento equivocado del día puede alterar el ciclo normal de sueño y vigilia de una persona, lo que puede tener graves consecuencias para la salud.
Efectos y causas
Consumir demasiados medios digitales puede tener efectos negativos. Los posibles signos son, por ejemplo, si el niño:
- descuida otras actividades e intereses, aficiones y amistades y se retrae;
- está sujeto a fuertes cambios de humor o reacciona de forma irritable;
- sufre de falta de sueño y fatiga;
- Por supuesto, este comportamiento también puede tener otros motivos, como la pubertad, las dificultades con los amigos o el acoso escolar. Es importante averiguar la causa del uso excesivo de los medios de comunicación.
Riesgos del exceso de tiempo de pantalla para los niños
Cuando se habla de los riesgos de que los niños pasen demasiado tiempo frente a una pantalla, nos referimos básicamente a los posibles efectos nocivos de un exceso de luz azul.
Y aunque es cierto que mirar las pantallas de los dispositivos digitales aumenta la cantidad de exposición a la luz azul que reciben los niños a lo largo de su vida, es importante señalar que el sol emite mucha más luz azul perjudicial que los ordenadores, las tabletas electrónicas y los teléfonos inteligentes. Por lo tanto, la exposición a la luz azul de los dispositivos digitales es una exposición añadida, además de la mayor cantidad de exposición a la luz azul que una persona recibe de la luz solar.
Un segundo factor importante a tener en cuenta es el momento de la exposición. La exposición a la luz azul del sol solo se produce desde el amanecer hasta el anochecer. Sin embargo, la exposición a la luz azul de las pantallas puede producirse a cualquier hora del día, incluso hasta bien entrada la noche.
Los posibles riesgos de que los niños pasen demasiado tiempo frente a la pantalla pueden clasificarse como inmediatos o a largo plazo.
Riesgos inmediatos
Los riesgos inmediatos del exceso de tiempo frente a la pantalla suelen producirse relativamente pronto tras la exposición repetida a la luz azul. Muchos de estos riesgos se asocian a la alteración del ritmo circadiano causada por el hecho de mirar las pantallas digitales hasta bien entrada la noche, lo que puede dificultar mucho la conciliación del sueño a una hora normal.
La alteración del sueño puede ser especialmente problemática para los niños, ya que les provoca somnolencia diurna y bajo rendimiento escolar. La alteración del ciclo de sueño y vigilia también puede conducir a un aumento de peso y a problemas de salud relacionados con la obesidad.
Las investigaciones han demostrado que las personas que experimentan ciclos interrumpidos de 24 horas de sueño y actividad también son más propensas a sufrir trastornos del estado de ánimo, niveles más bajos de felicidad y mayores sentimientos de soledad.
Riesgos a largo plazo
La verdad es que todavía no se conocen los riesgos a largo plazo de la exposición creciente a la luz azul por el uso frecuente de dispositivos digitales. Esto se debe a que ninguna generación anterior ha estado expuesta a niveles comparables de luz azul de los dispositivos digitales desde la infancia.
Probablemente, pasarán varias décadas antes de que se conozcan mejor los efectos a largo plazo del amplio tiempo que los niños pasan frente a la pantalla. Pero ya hay algunas investigaciones relacionadas que sugieren que puede ser prudente limitar la exposición a la luz azul desde una edad temprana.
El mayor beneficio puede producirse cuando estas medidas de protección se toman durante la infancia, porque es cuando los medios del ojo (el cristalino en particular) son excepcionalmente claros y permiten que la mayor cantidad de luz azul llegue a la retina.
Cómo reducir el tiempo de pantalla
Entonces, ¿qué pueden hacer los padres para evitar que los ojos de sus hijos (y su salud en general) se vean perjudicados por el exceso de tiempo frente a la pantalla?
Es poco probable que los niños reduzcan su uso de los dispositivos digitales. Así que la respuesta está en tomar medidas para limitar la cantidad de luz azul que llega a sus ojos mientras utilizan estos dispositivos.
- Gafas para reducir la luz azul
Una solución es comprar gafas con lentes que reduzcan la cantidad de luz azul que entra en los ojos desde las pantallas de los ordenadores, las tabletas electrónicas y los smartphones. Varios fabricantes de lentes producen lentes que filtran la luz azul.
Otra opción es aplicar a las lentes un revestimiento antirreflectante que bloquee la luz azul.
Una tercera opción es comprar gafas con lentes fotocromáticas. Estas lentes sensibles al sol bloquean parte de la luz azul en el interior y tienen la ventaja añadida de bloquear automáticamente la luz azul adicional del sol en el exterior sin necesidad de un par de gafas de sol graduadas por separado.
Otra opción -y la mejor para una protección superior contra la luz azul dañina del sol- es un par de gafas de sol polarizadas para usar en exteriores.
- Filtros de luz azul para reducir la exposición
La opción más conveniente en este caso es comprar un filtro protector de luz azul que se puede aplicar a la superficie de los dispositivos digitales de su hijo.
Además, recuerde utilizar las funciones de filtrado de luz azul de ciertos dispositivos (como Night Shift de Apple), o aplicaciones multiplataforma que bloquean la luz azul, como f.lux e Iris.
- Limite el tiempo de uso de la pantalla
Para reducir el riesgo de que su hijo altere su ciclo de sueño y vigilia, establezca una regla de «no pantallas» al menos una o dos horas antes de su hora de acostarse.
O establezca un límite de tiempo para el uso del teléfono de su hijo. Apple, Google y otras empresas tecnológicas han introducido recientemente funciones de gestión del tiempo y aplicaciones que permiten controlar el tiempo de pantalla diario de tu hijo. Visite el sitio web o la tienda de su proveedor de teléfonos para obtener más información.
- Sé proactivo como padre
¿Un objetivo? Pasar más tiempo de calidad juntos y menos tiempo de pantalla con su hijo o hija abandonado a sus propios dispositivos. ¿Y qué mejor? Proteja la visión de sus hijos con pantallas que filtren la luz azul mientras ven vídeos en YouTube, publican Snaps y juegan.
Por último, programe exámenes oculares anuales con un oftalmólogo cercano para controlar la visión y la salud ocular de su hijo. Y no olvides preguntar a tu oftalmólogo sobre las opciones de protección contra la luz azul.